
27 Sep Entrevista a Adrián Arroyo Díaz-Morera
Entrevista a Adrián Arroyo Díaz-Morera, mediador, compañero en Logos Media y amigo
Apreciado Adrián, ¿cómo llegaste al mundo de la mediación?
A través de mis padres: mi padre es abogado y recuerdo hablar de mediación camino a la escuela cuando cursó una de las primeras ediciones del Máster de Mediación en la UAB. Años después, a raíz de una intervención en un conflicto en casa, mi madre me dijo que tenía buenas aptitudes para mediar. Coincidía con que había terminado la carrera y pensé en hacer el máster de especialización.
¿Qué es lo que más te interesa o atrapa de los conflictos?
Me intriga la capacidad de poner palabras a las razones y necesidades que nos llevan a hacer las cosas, y la dignidad de escucharlas. En Occidente, desde hace no mucho, hemos logrado pactos sociales para transformar la violencia física (residual) en desacuerdos económicos, relacionales, legales, ideológicos, etc. Estas formas de desacuerdo son mejores que la violencia, pero hacen que aparezcan problemas que requieren soluciones. La posibilidad de pactar sin la intervención de una figura autoritaria es el esfuerzo necesario para reforzar esos pactos sociales y sus límites. El conflicto es una crisis (etimológicamente, oportunidad) que nos pide entender los intereses y necesidades del otro mejor de lo que lo hemos hecho.
¿Cuál crees que es la clave para una buena mediación?
La comunicación de información, trabajar las percepciones, aceptar la parte de responsabilidad y diseñar un buen proceso.
¿Cómo trabajas con personas que llegan muy cerradas, enfadadas o heridas?
En la sesión inicial intento hacerles ver que todo aquello con lo que vienen no puede cambiar y, por lo tanto, la mejor manera de hacerse cargo es no desentenderse del problema. La mediación nos permite pasar de un conflicto a un problema que requiere de nuestra implicación para ser resuelto.
¿Hay algún caso que te haya marcado especialmente, por el proceso más que por el resultado?
Sí, el proceso, como he dicho, es muy importante. En un caso de separación de bienes familiares aprendí que es fundamental trabajar las expectativas de las partes al inicio de la mediación.
¿Qué diferencia hay entre gestionar y transformar un conflicto?
Todo conflicto puede gestionarse, pero para transformarse, las partes también deben hacerlo. Walk the walk, como dicen los americanos.
¿Crees que la mediación está suficientemente reconocida y entendida socialmente?
No. La sociedad, en general, por desconocimiento, confunde el uso cotidiano de la palabra “mediar” con el proceso de mediación. La mediación no es un intento cualquiera, una acción bondadosa y ya está. La mediación es un proceso concreto con una intención.
¿Cómo explicas a alguien que nunca ha oído hablar de ella qué es una mediación?
La mediación es un proceso extrajudicial facilitado por un profesional con el objetivo de que las partes implicadas, con asesoramiento legal, pacten una solución.
¿En qué consiste tu colaboración con Logos Media?
Soy colaborador reciente y trabajamos en proyectos para dar a conocer y potenciar el uso de la mediación.
¿En qué tipo de conflictos te sientes más cómodo interviniendo?
En aquellos en los que las partes saben que la mediación es una oportunidad y no una obligación o un trámite.
¿Hay algún ámbito que te interese especialmente: familia, comunidades, organizaciones…?
La mediación para resolver disputas comerciales/empresariales. En otras jurisdicciones es frecuente que despachos de abogados utilicen la mediación para evitar procesos judiciales largos y costosos. Pienso que, bien recomendada por sus abogados, puede ser muy beneficiosa para los empresarios en España.
¿Has tenido que gestionar alguna mediación que te pusiera a prueba como profesional?
Sí. La mediación tiene un aspecto muy particular: el mediador tiene dos o más clientes y no puede ponerse del lado de ninguno de ellos. Esto es difícil de entender para las partes, naturalmente. Además, para hacer bien el trabajo, hay que hacer preguntas incómodas y eso también supone un reto.
¿Qué espacio ocupa la escucha en tu estilo de mediación?
Ocupa el espacio central. Todo se articula desde la escucha. La atención es un acto moral en peligro de extinción.
¿Cuáles son tus referentes o inspiraciones en este campo?
Marshall Rosenberg, psicólogo norteamericano y padre de la comunicación no violenta; Nora Bateson, desarrolladora y facilitadora de los espacios de Warm Data; y Rabih S. Safir, mediador libanés.
¿Tienes alguna rutina personal para cuidarte después de procesos intensos?
Hacer deporte y escribir.
¿Qué dirías a alguien que piensa que “mediar es ceder”?
Que tiene razón. Y entonces le preguntaría qué entiende por “ceder”; seguramente, explorando esta cuestión, aparecerían creencias limitantes asociadas a una percepción negativa de la palabra y resistencias al cambio.
¿Qué formación te ha impactado más en tu camino como mediador?
La del CEDR (Center for Effective Dispute Resolution) y una sesión de las formaciones continuadas que ofrece el CMC a cargo de Jordi Palou sobre violencia y Aikido en el contexto de la mediación.
¿Hacia dónde crees que debería dirigirse la mediación en los próximos años?
Hacia complementar un sistema de resolución de disputas más dinámico y menos dependiente de los tribunales. Por eso creo que debemos trabajar con los despachos de abogados. Los mediadores necesitamos a los abogados para hacer mediaciones efectivas.
¿Cómo pueden convivir la inteligencia artificial y la mediación en un sistema de justicia más humano?
No lo sé. El anhelo de los desarrolladores de la IA no es convivir; quieren disponer de las cosas para que su IA las controle, lo contrario de la convivencia. Si los sistemas de justicia aspiran a controlarlo todo, se deshumanizarán y se volverán autoritarios. Para hacerse una idea, recomiendo leer Los ojos del hermano eterno de Stefan Zweig.
¿Qué riesgos ves a la hora de delegar en la IA aspectos emocionales propios de la mediación?
Que sea un engaño, una ilusión del progresismo. La IA quizá entienda, pero no puede sostener a una persona en un momento emotivo, no puede hacer lo que el psicólogo inglés Donald Winnicott llamó holding.
Si pudieras hacer una llamada pública, ¿cuál sería?
Que la gente sea más cuidadosa e intencionada en cómo observa el mundo, y cómo lo representa con palabras, silencios e ideas. De ahí provienen muchos conflictos.
Barcelona, 13 de septiembre de 2025